Nací en la ciudad de Nueva York desde que tengo uso de razón, desde que tenía unos 3 años recuerdo siempre encontrarme hablando con DIOS. Mientras vivía en Nueva York asistí a una escuela luterana y siempre tuve el anhelo de aprender acerca de DIOS. Viví allí con mi padre y mi madre hasta los 7 años, cuando mi abuelo paterno falleció poco después de que a mi padre le diagnosticaran una enfermedad cardíaca grave y nuestra familia decidió mudarse a la soleada Florida.
Cuando nos instalamos, mis padres me inscribieron en una escuela católica en Miami. Un día mientras asistía a la Iglesia tuve mi primera experiencia sobrenatural con DIOS durante el sacramento de la confirmación. Le pedí a DIOS que me gustaría ser confirmado por él y no por un Arzobispo, un buen sacerdote que estaba a punto de lavarme los pies.
Ese día recuerdo haber tenido fiebre y la peor secreción nasal que recuerdo haber tenido. en mi vida. Al salir de esa Iglesia fui totalmente sanado por el Señor. El Espíritu Santo me había tocado y fui sanado instantáneamente. Me emocioné tanto que al poco tiempo hablé con el sacerdote y le conté mi experiencia y le había preguntado que me gustaría servir a DIOS y comencé a servir como monaguillo.
Cuando me convertí en un adolescente, siempre traté de hacer lo correcto para DIOS, sin embargo, ese no siempre fue el caso. Me encontré con que cuanto más lo intentaba con mis propias fuerzas, me encontraba fallándole a DIOS y sintiéndome como un hipócrita y luego, lentamente, mi corazón creció. frío hacia él. Pasaron los años hasta que un día me encontré clamando a DIOS diciendo que debe haber más en la vida y entonces tuve un encuentro con Jesús Rey de Reyes y comencé a crecer en el conocimiento de la palabra…